domingo, febrero 11, 2007

Roger Bartra: AMLO es la restauración del viejo régimen

Ricardo Pacheco Colín

26 de Julio de 2006

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PRD, una política conservadora

Bartra plantea que no le sorprende el resultado de la elección: “Yo creo que AMLO hizo una política de tipo conservador, de carácter suicida, que minó las bases que había logrado, sobre todo por no haber hecho a tiempo un viraje hacia el centro. Quiero decir, hacia posiciones reformistas, socialdemócratas, y se mantuvo en una actitud agresiva más simbólica que real. Generó confusión y al final esa franja de indecisos decidió anular sus votos o prefirió a Calderón.

Cierra el ciclo de los estudios sobre la melancolía

Se doctoró en la Sorbona de París y es investigador emérito por la UNAM. Con su libro El duelo de los ángeles (FCE) concluye el ciclo de investigaciones sobre la melancolía y las zonas oscuras, irracionales, del ser humano, para lo cual toma como base el caso de tres pensadores: Immanuel Kant, Max Weber y Walter Benjamin. Platicamos con Bartra a propósito del libro mencionado, pero sin remedio y con fortuna la charla se orientó hacia el tema de la política.

—A propósito de esas regiones oscuras de las que trata en su libro El duelo de los ángeles (FCE 2006), que implican comportamientos que rayan a veces en expresiones de locura, la sociedad mexicana a partir del 2 de julio está siendo sacudida por un fenómeno en apariencia irracional.

—Bueno, sucede que la sociedad democrática está operando con efectividad, pero las fuerzas políticas —unas más, otras menos— están atrasadas respecto de ese sistema; no están todavía adaptadas plenamente a comportarse en terreno democrático. Este campo es muy nuevo, un espacio que apenas tiene seis años, acaso un poco más. Pero yo creo que ninguna de las fuerzas políticas está plenamente adaptada para comportarse con la civilidad que requiere el espacio democrático.

—¿Ninguna?

—Lo que más me duele —porque yo vengo de ahí, soy un hombre de izquierda— es el comportamiento del Partido de la Revolución Democrática y sus aliados: me parece muy conservador y con importantes facetas antidemocráticas. Está poniendo en tensión las cosas. Aunque no cabe duda que también los panistas tienen malos humores; hay algunos ultraderechistas que no se acostumbran a vivir en espacios abiertos democráticos, que vienen de las catacumbas.

“Y no se diga el PRI, éstos son la representación misma del antiguo régimen. A ellos les ha costado muchísimo trabajo —posiblemente más que a los otros— adaptarse a las condiciones democráticas”.

—Usted aludió hace un momento al papel conservador del PRD, pero ¿qué ve en su candidato AMLO en sus acciones y programas?

—Sí, claro, por eso lo llamo conservador. Lo que encabeza AMLO es un fenómeno de populismo. Yo creo que es un fenómeno populista caciquil; él suena más como cacique, como caudillo, pero le llamo conservador porque de alguna manera recupera muchos de los hábitos y de las ideas del antiguo régimen, del Ancien Régime, para emplear un término acuñado por la Revolución Francesa. Es la dictadura perfecta de la que hablaba Mario Vargas Llosa.

“Desgraciadamente la cultura priista yo la veo como el tumor maligno que llegó a enfermar la cultura política del país, y que está haciendo metástasis —por decirlo así— en los espacios de la izquierda. Eso es muy lamentable porque me parece que es la causa por la cual López Obrador no ganó las elecciones con la gran ventaja que le atribuían las encuestas de hace un año o menos.

—Ésa sería una de las causas, pero hay más, ¿no?

—Bueno, ese discurso populista conservador desgastó a su base electoral y mostró una agresividad terrible contra la clase media, de manera innecesaria. Esta clase tiene una gran sensibilidad y cuando es agredida irradia a otros sectores esa animosidad y esos miedos.

“Está difícil que gane un partido luchando contra la clase media. Ha sucedido en pocos lugares del mundo. Ocurrió en Venezuela, pero ahí el sistema estaba cayéndose en pedazos, los partidos estaban en un grado de confrontación impresionante.

—¿El resultado de la elección es sorpresivo?

—A mí no me sorprende el resultado. Yo creo que AMLO hizo una política de tipo conservador, de carácter suicida, que minó las bases que había logrado, sobre todo por no haber hecho a tiempo un viraje hacia el centro. Quiero decir, hacia posiciones reformistas, socialdemócratas, y se mantuvo en una actitud agresiva más simbólica que real.

—Si uno revisa su programa económico, AMLO queda muy lejos de la izquierda e incluso del nacionalismo revolucionario, ¿no?

—Pues sí, bueno, tiene un poco de Keynes, un poco de Roosevelt, un poco de nacionalismo revolucionario. Entonces (exclama), ¿para qué esa agresividad tan terrible?

—Sobre todo porque ni AMLO ni Camacho Solís son Lenin o Fidel Castro…

—Sí, tampoco son el Che Guevara ni nada (risas). Entonces la gente tiene muchas sospechas: bueno, ¿por qué estos que no son radicales, que nunca lo han sido, por qué se comportan como tales?

“Generaron confusión y al final esa franja de indecisos, ante esa confusión, decidió anular sus votos o prefirió votar por otro candidato, incluyendo a Calderón. Fue entonces que se desplomó ese 10 por ciento que se supone tenía López Obrador de ventaja. Aunque tal vez no era el diez, pero sí fácilmente un tres o cuatro de ventaja. Los dilapidó y perdió.

—Entonces ¿por qué esa irracionalidad de la protesta contra la elección?

—Bueno, pues AMLO decidió buscar un enemigo y hablar de “la guerra sucia”… pero la hubo de los dos lados. Asimismo menciona que se usaron recursos gubernamentales en las campañas; cierto, pero también se dio en ambos lados.

“Yo pienso que es una manera de evitar la discusión de lo que hicieron mal. Ahora, si se van por el camino de la confrontación van a seguir perdiendo, van a continuar esa pérdida hasta que vean desgastar su capital político. Y eso lo lamento mucho porque es el espacio de la izquierda que tenía dentro del sistema político mexicano”.
El duelo de los ángeles

—En cuanto a su más reciente libro El duelo de los ángeles, qué propósitos lo animaron a escribirlo?

—Con este libro he querido explicar cómo tres lúcidos pensadores europeos se enfrentan al abismo del caos y la irracionalidad. He querido llevar a cabo con Immanuel Kant, Max Weber y Walter Benjamin una especie de experimento antropológico que consiste en enfocar la atención en algunas dimensiones aparentemente marginales de su pensamiento para resaltar la manera en que ellos dirigieron su mirada hacia la oscuridad.

—Me sorprende mucho sobre todo la aparición de estas zonas oscuras en los pensadores que mencionó.

—El gran tema del libro, lo que me inquietó fue el problema de la relación entre el gran pensador racional con los espacios de la irracionalidad, del desorden, de la inconsistencia, del caos. En el siglo XVIII a eso le llamaban lo sublime porque por un lado era algo terrorífico y por otra lado una vía para comprender el mundo, una experiencia que tenía algo de gratificante, que impulsaba a los poetas y a los pintores. Es estar cerca del abismo sin caer en él. Bueno Walter Benjamin sí cayó. Es algo fascinante y que se comprueba en este mito de la melancolía que, a fin de cuentas, es la experimentación de la muerte con boleto de regreso: poder pasar la frontera al más allá y regresar.